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Rocío Caballero: entre lo sensual  y lo celestial

“Perversiones de la fe” “Mátame y te querré siempre” son las dos series de pinturas  de gran formato  que Rocío Caballero ha seleccionado para esta, su primera exposición individual en la Galería José María Velasco  ( Peralvillo N°55) que se presenta a partir  del  29 de enero a las 19:30 horas . Egresada de La Esmeralda”,  Caballero ha transitado ya durante varios  años el camino profesional del arte en el que ha participado como expositora y organizadora. Ahora inicia su  trayectoria dentro de los foros estatales en el orden indicado, y seguramente si su perseverancia se mantiene firme, podrá graduarse a salas más importantes  como las del Museo Carrillo Gil.


Originalmente conocí a Caballero  a finales  de  1989 cuando, junto con Esteban Eroski, Alejandro Sánchez y José Luis López manejaba la pequeña galería  de autor (que pertenece a los artistas) “FOCO” en la que presentaba su obra y la de  sus compañeros en la colonia Hipódromo Condesa. Con  gran entusiasmo y escasos recursos montaban las exposiciones en un garaje y lo abrían a l público. Durante esta época tuvimos la oportunidad de colaborar en la organización  de exposiciones  como parte  del Circuito  Cultural Condesa integrado  también  por las galerías  Los Caprichos, El  Unicornio Blanco y Pinto mi Raya, como fue la sonada muestra Neocursi: artistas que realmente saben amar. Estas y otras colectivas  en las que ha participado Caballero ( en las galerías del conjunto  Ollin Yoliztli, el  Templo de Santa Teresa, etc)  me han permitido adentrarme  paulatinamente a  su  obra y disfrutar de su sentido del  humor,  la  frescura de su propuesta y  hasta los momentos de azote inevitables en la obra de  todo artista que se precie de serlo.


Dos son los aspectos que más me llaman la atención  de la obra de Caballero. En primer lugar  una congruencia estilística que nos hace reconocer  su obra a pesar  de los cambios temáticos, técnicos y  cromáticos que implica una búsqueda artística seria, y que le dan un sello  muy particular a sus cuadros. Aunque sin duda esto puede atribuirse a la madurez alcanzada por la artista también refleja la autenticidad que se percibe  tanto en los temas  que presenta, como en la forma de hacerlo. En  otras palabras es una artista que pretende encontrar su propio camino, sin caer en las garras de la moda.


Quizá la palabra clave en la obra de Caballero es autenticidad, ya que en su obra apreciamos cómo utiliza su trabajo artístico para analizar, desmenuzar y hasta burlarse de ciertos temas que le interesan y de los que se apropia con el mayor desparpajo. Sin embargo, Caballero no se dedica a pronunciar verdades a través de sus imágenes, sino más bien a señalar las contradicciones inherentes al ser humano y que vemos reflejados en las actitudes sociales hacia la mujer. Por un lado la polarización del rol femenino entre la santidad y la prostitución y por otro la construcción cotidiana del amor como sentimiento liberador pero también opresor. Pero a pesar de lo  dicho  anteriormente, sus cuadros, lejos de  ser solemnes lecciones sociológicas, son imágenes cachondas, agudas y ciertamente estéticas que nos acercan a sus ideas por el lado flaco del placer.


Entre los elementos iconográficos de su preferencia se encuentra una mujer pelirroja de larga cabellera (imagen arquetípica de las legendarias amazonas) los objetos  punzocortantes como navajas, tijeras y cuchillos, los ángeles, el  hombro como objeto del deseo y los corazones. Su obsesión ante la tela es el lograr composiciones basadas en la sección áurea, por lo que el equilibrio es un elemento clave en su producción.


El analizar poco a poco los diversos aspectos de su obra nos van adentrando a la propuesta joven de esta talentosa artista a quien hoy damos la bienvenida oficial al mundo de las exposiciones individuales y le deseamos la mayor de las suertes.


Mónica Mayer 
El Universal  1993

© 2013 by Rocio Caballero All rights reserved.

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